www.diariocritico.com
     

Ocio > Toros

Uno de los naturales de David Galván a su primer toro tras cuya muerte dio vuelta al ruedo.
Uno de los naturales de David Galván a su primer toro tras cuya muerte dio vuelta al ruedo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: tres estilos de toreo se estrellan con otra pésima corrida de Alcurrucén

El buen aficionado, especie minoritaria y a extinguir por los poderes fácticos que manejan, y manipulan, la Fiesta es al que le caben muchos tipos de toreo en la cabeza. Lo que ya no le entra es la antítesis, por desgracia mayoritaria, del toro descastado. Como el de los dos hierros de los hermanos Lozano, Alcurrucén y El Cortijillo, otrora adalides de la bravura y la casta, que ya pegaron un petardo en la inauguración del serial isidril y han vuelto a repetir este jueves. Frente a ellos se estrellaron los deseos de una interesante terna que, cada uno a su manera, intentó aplicar su forma de entender la tauromaquia. Una misión imposible con esos semejantes burros con cuernos ante la que Daniel Luque, David Galván -en sustitución de Manzanares, que aportó parte médico y al que nadie echó en falta- y el confirmante Víctor Hernández sólo dejaron virutas de sus variadas formas.
Uno de los naturales de Talavante a Rebeco en su faena premiada con una oreja.
Uno de los naturales de Talavante a Rebeco en su faena premiada con una oreja. (Foto: Plaza1)

San Isidro: un gran toro de Juan Pedro y una faena de oreja de Talavante salvaron el festejo

La tarde se iba hundiendo minuto a minuto, toro a toro, en el embudo del sopor, unido al del bochorno de una temperatura más propia del ferragosto. Y en esto apareció Rebeco, que salvó en parte el petardo ganadero, uno más de los ‘juanpedros’. Un animal bravo en el caballo, noble y codicioso, de excelente tranco en la muleta. Y Talavante le dio fiesta. Aunque no la que merecía tan excelso colaborador, que era de Puerta Grande. Eso sí, es más que probable que en los mejores tiempos del extremeño, de un lustro para atrás, cuando se convirtió en la máxima figura, le habría cortado las dos. Mas el caso es que salvó una tarde en la que un Morante fuera de sitio volvió a fracasar (y van…) y Aguado toreó muy bien con el capote.
Alejandro Chicharro da la vuelta al ruedo tras su faena al tercero de la tarde.
Alejandro Chicharro da la vuelta al ruedo tras su faena al tercero de la tarde. (Foto: Plaza1)

San Isidro: gran tarde sin trofeos de Alejandro Chicharro en mala novillada de Guadaira

No siempre las comparaciones son odiosas. Cual puede acontecer con la terna de la última novillada del abono isidril. Pues si uno de los coletudos, Alejandro Chicharro, con dos magníficas faenas de toreo clásico preñado de sentimiento, destacó sobremanera, por sus méritos propios, aún mayor puede valorarse si se compara con sus desangelados compañeros, Lalo de María y Pepe Luis Cirugeda. Máxime cuando todos tuvieron enfrente unos bureles de Guadaira con los dos remiendos de Torrehandilla, casi tan desangelados por sosos, blandos y de escaso juego, aunque no les plantearon ningún problema.

N una vuelta al ruedo para Ventura, Cayetano y Ginés Marín

Pase en redondo de Ginés Marín al toro que cerró la aburrida tarde.
Pase en redondo de Ginés Marín al toro que cerró la aburrida tarde. (Foto: Plaza1)

San Isidro: aburrimiento generalizado en un festejo mixto de cartel absurdo

Lo que mal empieza casi siempre transcurre y acaba mal. Cual aconteció en una soporífera tarde con escasísimos condimentos taurinos que echarnos al gaznate. este domingo Sí, porque el cartel que montó la empresa no sólo era raro, quia. Era absurdo. Primero, porque la figura indiscutible del rejoneo, Diego Ventura, tiene que competir con sus colegas, como el próximo sábado. Y segundo, porque ya me explicarán ustedes qué simulacro de mano a mano puede haber entre dos coletudos tan distintos como Cayetano y Ginés Marín, además sin rivalidad alguna. Para ‘redondear’ el fiasco, el juego de los bureles tampoco ofreció muchas opciones en un espectáculo que, ¡horror!, se alargó hasta las dos horas y media. Ni el caballero ni los de a pie fueron capaces de dar una vuelta al ruedo. Pues, eso. Y no olé.

Castella y Luque, desapercibidos y aburridos y con pocas ganas

Christian Parejo muletea por alto y mirando al tendido al toro de su confirmación.
Christian Parejo muletea por alto y mirando al tendido al toro de su confirmación. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el confirmante Christian Parejo destaca ante pésimos toros de La Ventana del Puerto, otra divisa de Lorenzo Fraile

¿No quieres caldo, dos tazas? Con el recuerdo aún del rotundo fracaso del hierro de Puerto de San Lorenzo, del que sólo hace dos días, la otra divisa propiedad de Lorenzo Fraile, en opción con la oportunidad de mejorar el balance conjunto de ambas, tampoco se salvó. Quizás esta Ventana fue un poco menos mala, pero sus bicornes, como sus hermanicos del jueves, en nada se asemejaron a lo que debe de ser un toro de lidia. Sin clase, andarines, gazapones, echando la cara arriba y saliendo sueltos de los engaños y, además, muy justos de fuerza. Tiene mérito pegar dos petardos tan seguidos, lo tiene. Tampoco los veteranos Sebastián Castella y Daniel Luque pasaron de un exceso de entrega. En tal aspecto y con un material similar les superó el confirmante Christian Parejo, firme, dispuesto y que a los de su lote les robó cierto lucimiento con percal y flámula.

Abroncado en su segundo, con el que escuchó 3 avisos, sumó 2 más en el otro

Pase cambiado por la espalda de Roca Rey en el quinto toro en el que le dieron los tres avisos.
Pase cambiado por la espalda de Roca Rey en el quinto toro en el que le dieron los tres avisos. (Foto: Plaza1)

San Isidro: suspenso absoluto para ¿el rey? Roca en su primer examen isidril

El indudable rey del escalafón y de los honorarios salió trasquilado de su primer examen en la Feria. Casi con un cero patatero, porque más allá de una actuación efectista, muy de su estilo, dejó en agonía largos minutos a su segundo enemigo negándose a descabellarlo, con lo que sonaron los tres avisos, el último, es verdad cuando el pobre animal estaba echado y su subalterno no acertaba con la puntilla. A la absoluta falta de estética en esta su primera tarde en Las Ventas, se une la de ética e improfesionalidad con un animal que daba pena verlo recorriendo el anillo apoyado en las tablas herido de muerte, pero sin caer ante el pasotismo, la indiferencia -¿chulería?- de su teórico matador. El rey también lo fue de la desvergüenza y no olé. Con un encierro de Mayalde -por supuesto elegido por el peruano- de gran trapío pero escaso juego, confirmó con dignidad Jorge Martínez, y Cayetano sólo fue noticia por el palizón que sufrió al ser arrastrado y pisado por el que abrió un decepcionante festejo.

Talavante muletea al natural a su primer toro, del que cortó una oreja.
Talavante muletea al natural a su primer toro, del que cortó una oreja. (Foto: Plaza1)

San Isidro: crónica de un (nuevo) petardo anunciado de los toros de El Puerto

¡Horror, el bloc de notas (casi) vacío! ¡A ver qué cuento en la crónica para rellenar los mínimos caracteres exigidos! ¡A ver! Menos mal que algo aconteció mínimamente destacable de un festejo en el que, como era de aguardar, como ya es tradicional, el encierro de Puerto de San Lorenzo defraudó en todos los sentidos. Más que miedo, daban pena. ¡El mundo, de la tauromaquia, al revés! Con semejante bazofia amoruchada, obedientes, sin fuerza ni casta ni ‘na’ de ‘na’, era imposible la emoción y, por tanto el toreo. Algo, también bajo mínimos, practicaron Talavante en el que abrió espectáculo -me niego a llamarlo corrida- y se llevó una orejita, y Tomás Rufo, en el que lo cerró, con ligera petición de trofeo.
Uno de los pase en redondo con que inició David Galván su faena al cuarto toro.
Uno de los pase en redondo con que inició David Galván su faena al cuarto toro. (Foto: Plaza1)

San Isidro: oreja de peso para David Galván por una faena de inspiración y belleza

En la cabeza del buen aficionado caben todo tipo de estilos: el de valor, el de clasicismo, el de cante jondo, el de ortodoxia, todos ellos muy difíciles. Pero también el inusual de la belleza de oro puro que estremece las fibras sensibles y te deposita casi en la gloria. Cual el oficiante de la liturgia laica y flamígera David Galván, que sorprendió en Las Ventas con una mágica faena de compulsiva inspiración. El importante suceso aconteció en el segundo de su lote, que el gaditano aprovechó para casi dar ese aldabonazo que lleva rumiando desde hace una década. Por desgracia no lo lograron sus dos compañeros, Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez, sin acoplarse con sus bicornes que como el resto del encierro de El Torero ofrecían muchas posibilidades en sendas actuaciones negativas que pueden pesarle en el futuro.

Jarocho, a hombros tras salir por la Puerta Grande de Las Ventas.
Jarocho, a hombros tras salir por la Puerta Grande de Las Ventas. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el novillero debutante Jarocho abre la Puerta Grande

Vini, vidi, vincit. O, más en castizo: llegar y besar el santo. Porque el jovencísimo Jarocho, que trenzaba su primer paseíllo en la cátedra y catedral de Las Ventas, alcanzó, así, descerrojar los goznes de la Puerta Grande tras haber festoneado los mejores naturales en lo que llevamos de abono. Con un encierro de Fuente Ymbro, desigual en trapío y pelaje, pero noble y colaborador en general, también lograron un trofeo Alejandro Peñaranda, con justeza, e Ismael Martín, más bien verbenero.

Uno de los saludos de,Juan de Castilla al público de Las Ventas.,
Uno de los saludos de,Juan de Castilla al público de Las Ventas., (Foto: Plaza1)

San Isidro: importante tarde de Juan de Castilla en una pésima corrida de Miura

Ya apuntó el pasado mes de septiembre en la confirmación de alternativa, y este domingo estuvo a punto de disparar y dar en la diana del éxito. Porque ante una miurada de mal juego y flojera general, Juan de Castilla, dispuesto y torero, dejó palpable su calidad capotera y muletera. Incluso de no haber marrado con la tizona en su primero habría echado una oreja en su esportón. No es que dé igual para los modestos como él, pero sale de San Isidro con más cartel y pidiendo nuevas oportunidades. Con las pésimas condiciones de los bicornes, incluso algunos con deficiente presentación, algo le dejaron mostrar a Rafaelillo y a un excesivamente acelerado Colombo.

Buena tarde de un entregado Perera y lote sin opciones para Ginés Marín

Adorno y desplante de Emilio de Justo frente al 5º de la tarde.
Adorno y desplante de Emilio de Justo frente al 5º de la tarde. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Emilo de Justo derrocha valor y técnica en una exigente corrida de La Quinta

Llegó el casi siempre interesante encaste santacolomeño, por medio de los bureles de La Quinta, desiguales de juego pero con muchas exigencias que obligaban a la terna a poner sus cinco sentidos. Y a los espectadores a no perderse nada de lo que acontecía en el ruedo. Dentro de esa tónica, destacó, una vez más, Emilio de Justo, quien no sólo se jugó el tipo en su lote, sino que derrochó testosterona y conocimiento en su encastado segundo, que le volteó con espectacularidad, lo que no fue óbice, sino estímulo para que el extremeño, disminuido por la paliza, le arrancara los muletazos más artísticos y compulsivos de la tarde. En conjunto, de no marrar lastimosamente con la espada de cruceta es muy posible que hubiera abierto una vez más la soñada Puerta Grande. En menor medida tampoco decepcionaron Miguel Ángel Perera y Ginés Marín, que dieron la cara sobradamente.

Voltereta y oreja para el toledano. Castella y Manzanares: ¡Váyanse ya!

Tomás Rufo recorre el anillo con la oreja que cortó a su primer toro.
Tomás Rufo recorre el anillo con la oreja que cortó a su primer toro. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Rufo pasea un generoso trofeo y firma lo mejor en una decepcionante corrida de Victoriano del Río

Aquello de “volteretón y oreja al esportón” está más vigente que nunca. También en esta nueva plaza de Madrid invadida por un público ignorante y triunfalista, que lo aplaude todo y se emociona por nada.






0,265625