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Perera muletea a su manera al primero de sus toros.
Perera muletea a su manera al primero de sus toros. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el petardo ganadero de El Parralejo condicionó una plúmbea tarde de silencio

‘Tiempo de silencio’, la extraordinaria novela de Luis Martín-Santos que revolucionó la narrativa española hace más de seis décadas, se ajusta al resumen de la tarde. Una corrida que no cuidó, precisamente en su día festivo de este 15 de mayo, el santo patrón madrileño. Claro que, como es lógico, él no es culpable de nada, y sí el elemento esencial de la tauromaquia: el toro. Porque un petardo de los gordos pegó la anunciada divisa de El Parralejo, encaste Domecq, tan del gusto de las figuras. Ya que, al margen de su desigual presencia, ni bravura ni casta ni fuerza ni ‘na’. O sea, un ridículo. Un petardo que en poco va a perjudicar a Miguel Ángel Perera y a Paco Ureña, con sus respectivas campañas 2024 planificadas, aparte de que aún les restan más paseíllos en el abono. Pero sí al toricantano Alejandro Fermín, un coletudo de buen corte necesitado de un rotundo éxito en Las Ventas.
Una de las ajustadas bernadinas con que Navalón terminó la faena a su primer novillo.
Una de las ajustadas bernadinas con que Navalón terminó la faena a su primer novillo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Navalón destaca en una terna que desperdició una novillada para el triunfo

Novilleros posmodernos con todos los defectos del toreo actual, lo que no les impide el éxito por esas plazas de Dios, se estrellaron en la cátedra de Las Ventas, a pesar de que también ha bajado mucho en sus exigencias. Y eso que el colaborador y noblote encierro de Montealto se lo puso fácil. sí, es verdad que el viento molestó a ratos pero no es excusa. Al menos la entrega y ganas de triunfo, de comerse el mundo, incluso de chulería de Samuel Navalón le salvaron en parte de la quema. Mientras que Diego Bastos y Nek Romero, aburridos pegapases, ni eso. Vaya lo anterior en el haber del de Ayora formado en la Escuela de Albacete. Aunque en su debe fue, disposición aparte, no aprovechar con el buen toreo que le pedía a raudales su primer bicorne, encastado pero nobilísimo, al que le hizo frente sin arrugarse pero sin la calidad de Presumido, que así se llamaba el burel.
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito.
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el legendario Bastonito ‘resucita’ con otro torrente de bravura y casta

La religión laica y flamígera que es la Fiesta también tiene, además de su liturgia, algún que otro milagro. Como el de este domingo en la catedral de Las Ventas, donde apareció un bicorne de Baltasar Ibán también bautizado como el legendario Bastonito, que era como si hubiera resucitado aquel tres décadas después. Incluso con un punto de fiereza menor compensado por mayor clase en sus embestidas. Porque el nuevo Bastonito también derrochaba bravura y casta, también se comía los engaños -claro, eso sí, exigiendo- y humillaba cual el más arrepentido pecador. Sin embargo en 1994 Rincón triunfó con él, lo que Francisco de Manuel no fue capaz ahora. El resto del encierro en general cumplió sobradamente en los caballos, pero llegaron sosotes, echando la cara alta casi sempre y sin dar juego en la muleta. Y tampoco Calita y Álvaro Alarcón, igualmente sosos, los aprovecharon mínimamente.
Un sonriente Román dio la vuelta al ruedo con la oreja en la mano de su primer toro.
Un sonriente Román dio la vuelta al ruedo con la oreja en la mano de su primer toro. (Foto: Plaza1)

San Isidro: gran tarde de Román y su verdad ante una encastada corrida de Fuente Ymbro

Con la verdad por delante, cual es una de sus armas desde sus tiempos de novillero. Así se viene a Madrid, como le loaron desde ese sanedrín sabio que es el tendido 7. Pongamos que se habla, y escribe, de Román, que atesora tal condición, un sembrador todavía sin la cosecha que merece en este injusto mundo de la tauromaquia en el que sus manejadores tan fácil se lo ponen a las figuras, figuritas y/o figurones. El valenciano, rotundo, vaiente y entregado, nos dio la tarde, en la mejor acepción del término, y nos emocionó por esa vía de lo verdadero ante la aspereza exigente de su segundo bicornazo, encastado como todo un interesante y magníficamente presentado encierro de la factoría Fuente Ymbro, cuya muerte de bravo le mantuvo en pie tanto tiempo que le costó a Román no cortar el trofeo que merecía. También caló hondo frente a su primero aplicando un toreo ortodoxo que le valió una oreja de peso. No dieron la talla Valadez, herido en un brazo al matar al tercero, y un vulgar Fandi, que molió a mantazos a los tres que lidió o lo que fuera aquello.
Urdiales torea en redondo a su primer enemigo tras cuya muerte el riojano dio vuelta al ruedo.
Urdiales torea en redondo a su primer enemigo tras cuya muerte el riojano dio vuelta al ruedo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: vuelta al ruedo para el clasicismo de Urdiales, y fogonazos de Morante

Como en tantas ocasiones, se cumplió el tópico de corrida de expectación, corrida de decepción. Mayormente por el (no) juego de los bicornes de la otrora divisa señera de Alcurrucén, sobre todo en la segunda parte, en que la mansedumbre alcanzó altas cotas de descastamiento. Aunque es verdad que hubo magníficos momentos de Diego Urdiales y su concepto de toreo clásico en el único bicorne que se lo permitió, el tercero de la tarde. Y también algunos fogonazos artísticos de Morante con su primer enemigo. Mientras que el toricantano García Pulido aprobó con dignidad su confirmación, aunque su labor supo a poco. Y se lucieron en la brega y con los palitroques, respectivamente, Curro Javier y Joao Ferreira en el cuarto

El ciclo más importante del mundo consta de un total 28 festejos a partir de este día 10

Los mandamases del escalafón se anuncian con los elegidos toros de sus divisas favoritas

Repetición de la jugada. Sí, porque la cita más importante del planeta taurino, el abono de San Isidro, no presenta ni una novedad en su sempiterna estructura a favor de los mandamases del escalafón. Ninguna de ellos triunfador en la Feria de 2023, pero arropados por el sistema al que pertenecen, lo que lleva a su presencia masiva en la cartelería de este año. El ciclo, que comienza este viernes con un atractivo cartel que encabeza el artista Morante de la Puebla, junto a un coletudo también muy querido de Las Ventas como es Diego Urdiales, consta de 28 festejos: 23 corridas, 3 novilladas y 2 espectáculos de rejoneo.

¡Viva el toro! ¡Viva Dolores Aguirre! Dos gritos que en el festejo del domingo en la Feria del aficionado eran coincidentes. Porque el encierro con la divisa de la ganadera vasca que resucitó las fibras sensibles de los aficionados exigentes, a los que tanto odia el sistema que maneja, y manipula, la Fiesta –llamada de los toros, no olvidemos-, fue extraordinario en el fondo y en la forma. Lo que unido a la exigencia del cumplimiento del primer tercio, ¡23 puyazos recibieron los bicornes, 23!, nos reconcilió con la esencia de este espectáculo: la verdad del toro íntegro y tres hombres cabales jugándose la vida ante unos animales que vendieron cara la suya. Eso sí, sólo Damián Castaño cascabeleó algo de toreo del bueno.

Organizada, al margen de los taurinos profesionales, por el Club 3 Puyazos

“Qué tiempos son estos que vivimos, en los que es necesario defender lo obvio”. La conocida frase de Berltot Brecht puede aplicarse, por desgracia, a la pésima situación de la otrora llamada Fiesta de los toros, que ahora es de los toreros y resto de taurinos profesionales que, salvo excepciones, la manejan y manipulan. Sin embargo, desde hace dos temporadas, un valeroso conjunto de exigentes aficionados -y valga la redundancia-, agrupados en el Club Taurino 3 Puyazos, organizan en San Agustín de Guadalix un abono de tres festejos bautizado a la perfección con el nombre de Feria del Aficionado. Será durante este próximo fin de semana del 27 y 28, y donde lo más importante es lo que debería ser obvio en el resto de las plazas: el toro en su integridad.
Los toros son cultura. Por tanto es positivo para la Fiesta superar el mono del invierno sin corridas ni novilladas con actos que comprenden debates, coloquios, exposiciones y otras cosas relativas al planeta táurico. De ahí que uno de los lugares con mayor afición y gusto por eltoro/toro -que suele salir en su feria septembrina-, como es Albacete haya unido este tipo de eventos con la gastronomía, también cultura, en la prmera edición de una semana dedicada fundamentalmente a los toros pero incluyendo la comida. bajo el título de ¡Albacete Vive la Tauromaquia!

En la localidad serrana madrileña los días 10, 11 y 24 de este mes

Damián Castaño da la vuelta al ruedo en Las Ventas en su magnífica actuación del pasado mes de septiembre.
Damián Castaño da la vuelta al ruedo en Las Ventas en su magnífica actuación del pasado mes de septiembre. (Foto: Plaza1)

El joven y ejemplar grupo colmenareño Toros de la Tierra organiza unas interesantes tertulias

Hablemos de toros en otoño. Es un buen lema para curar el mono de ausencia de espectáculo a partir de octubre. Sobre todo si para estas tertulias se cuenta con destacados personajes de la cada vez más maltratada Fiesta por parte de los que la manejan y manipulan (o sea, de los taurinos profesionales). Es el caso de ese grupo de jóvenes de Colmenar Viejo que son un magnífico ejemplo de exigencia y lucha por la integridad de los festejos. Se desarrollarán el el Hostal El Chiscón, a partir de las ocho de la tarde del viernes 10, sábado 11 y viernes 24 del actual mes de noviembre.

Valor de Fonseca y detalles de El Cid y Talavante ante pésimos toros de tres hierros

Muletazo de Fonseca tras una espectacular voltereta aunque sin resultar herido.
Muletazo de Fonseca tras una espectacular voltereta aunque sin resultar herido. (Foto: Plaza1)

Madrid cierra su temporada como la desarrolló todo el año: con una nueva decepción

Mejor, imposible. O sea, peor. Porque el cierre del año taurino en la primera plaza del orbe táurico fue similar a como ha ido desde marzo, salvo excepciones: con la decepción por montera. Fundamentalmente por una gestión empresarial del dúo Garrido-Casas en la que entre otros desafueros se han cargado la seriedad y el trapío que debe mostrar el otrora llamado toro de Madrid. Cual aconteció en este epilogo con un encierro que sustituía al anunciado, y rechazado, de Cuvillo -cómo serían- con las sobras, y las más que probables baraturas por rebajas de fin de año, de tres divisas: feo, destartalado e indigno de presentación, salvo el tercero y no mucho. Además, ayunos de fuerza y casta, no ofrecieron juego a la terna, que sólo mostró detalles de El Cid y Alejandro Talavante y la heroicidad de Ismael Fonseca.

Román sufrió una cornada grave y Valadez anduvo vulgar

Borja Jiménez, a hombros camino de la Puerta Grande de Las Ventas.
Borja Jiménez, a hombros camino de la Puerta Grande de Las Ventas. (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: Borja Jiménez se consagra con tres orejas frente a una interesante corrida de Victorino Martín

La ansiada y utópica Puerta Grande de la cátedra se abrió de par en par a Borja Jiménez merced a su entrega, valor, técnica y, claro, buen toreo. Ante un desigual encierro de Victorino que, sin alcanzar la excelencia, sí que aportó ese ingrediente esencial de la Fiesta que es la emoción, despertando el interés del cotarro. Y con el denominador común y habitual de la característica de listeza en todos sus ejemplares. No pedían el carnet, pero casi. Y el único que se lo presentó como si fuera un veterano frente a ellos fue el indudable triunfador del festejo y de la mediocre feria que nos hemos tragado. No pudo hacerlo Román, herido grave por su primero, ni Valadez, que no pasó de voluntarioso, demostrando que aún está verde para este tipo de divisas.






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