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| | Pase de pecho de Fernando Adrián a 'Frenoso', de Victoriano del Río. (Foto: Alfredo Arévalo/Plaza1) |
En la terna anunciada, uno de los coletudos era el de cotización más modesta, pero a la vez el de mayores éxitos en Las Ventas las últimas temporadas, con muy buenas actuaciones y tres Puertas Grandes. Durante este tiempo, los otros dos, que son mandamases del escalafón, no han dado ni una mísera vuelta al ruedo. Pues bien, el primero se merendó a los compañeros de terna. Pongamos que hablo/escribo de Fernando Adrián versus José María Manzanares y Pablo Aguado, como queda claro con los datos antedichos. El madrileño bordó el toreo ortodoxo y actual pero marró con las armas toricidas frente al único bicorne/bicorne que saltó a la arena, ‘Frenoso’, de Victoriano del Río -que con dos bureles completó la corrida-, lidiado en quinto lugar, porque el resto eran un simulacro ayuno de fuerza, bravura y casta, de las dos divisas de Puerto de San Lorenzo.
| | Isaac Fonseca en el inicio de rodillas de su faena a 'Brigadier', al que cortó una oreja. (Foto: Alfredo Arévalo Plaza1) |
La verdad de la Fiesta. Un hombre valiente jugándose la vida y creando arte frente a un toro bravo. Lo que aconteció con protagonismo del bravo 'Brigadier', del hierro de Pedraza de Yeltes -premiado con vuelta a ruedo-, y, claro, de su matador, Isaac Fonseca -premiado con una importante oreja-, en un emocionante espectáculo que cerró una función pasada por agua y con mucho frío, que iba embarrancada desde el segundo burel por la pésima condición del mismo, como de sus hermanos hasta el sexto. Con el que el mexicano cascabeleó una faena valerosa y ortodoxa que calentó el ánimo, y el cuerpo, de los ateridos espectadores. Román se lució en el que manejable que abrió plaza y José Enrique Colombo anduvo por allí voluntarioso y vulgarote.
| | Ureña en su faena de muleta de su segundo enemigo, que embestía con la cabeza arriba. (Foto: Alfredo Arévalo. Plaza1) |
Se llama la Fiesta de los toros, ¿no? Pues, eso. Que los bureles son los protagonistas y si fallan ellos, como estrepitosamente ocurrió en el día del Patrón, con un descastadísimo encierro de Valdefresno, no hay espectáculo que puedan ofrecer los antagonistas: los coletudos. Los bureles, vacíos de bravura y casta, auténticos moruchos, sólo permitieron que restallasen con fuerza las palmas en los excelentes pares de banderillas en el sexto de Iván García y Fernando Sánchez. Sin olvidar a Juan Carlos Rey en el anterior. Nada pudo hacer David Galván con los de su lote, aunque Paco Ureña y el confirmante debieron estar mejor con sus respectivos primeros.
| | Plaza de toros de Las Ventas (Foto: Comunidad de Madrid) |
| | Aarón Palacios dando la vuelta al ruedo tras cortar la oreja de su segundo enemigo. (Foto: Plaza1) |
Un festejo para olvidar. A excepción, se supone, de Aarón Palacios, cuyas ganas novilleriles y algunos buenos momentos de su faena a su segundo, le valieron para cortar una oreja sin demasiado relieve con la que en parte alcanzó su ilusión de triunfar en Madrid el día en que se presentaba, como Sergio Sánchez y Javier Zulueta, que completaban la terna. El resto, muy gris, muy aburrido. Por el escaso juego de los nobles, flojos y deslucidos de Alcurrucén -también con la excepción de ese quinto-, y el sobrero de Montealto. Sí, mas igualmente por unos coletudos que no mostraron casi nada en conjunto para destacar. Y eso en chavales que están empezando es grave, aunque nada inhabitual en estos tiempos.
| | Roca Rey carga la suerte y se luce al natural ante el toro al que cortó una oreja (Foto: Arjona) |
Un argumentado repaso a empresa, toreros, ganaderos, veterinarios, palco y público
| | Morante de la Puebla saluda con las dos orejas que cortó en la corrida del pasado 1 de mayo en Sevilla. |
En primer lugar y al César lo que es del César, enhorabuena a Ramón Valencia por llenar casi todas las tardes la plaza de público bullanguero en demasía y minoría de aficionados. Comprobamos que los carteles repetidos año tras año de las renqueantes figuras son los que gustan al público ocasional en Sevilla. Los llenos son buenos para la tauromaquia folclórica en general en estos tiempos convulsos. Pero hasta ahí.
| | Uno de los redondos de Miguel Ángel Perera a 'Amargado'. |
La factoría Fuente Ymbro, tan desigual en su producción de bureles, se salvó de un petardo gracias al que paradójicamente habían bautizado como ‘Amargado’. Un animal escaso de trapío, como sus tres hermanos lidiados -dos volvieron a los corrales-, pero que sacó la casta y una embestida boyante en el último tercio. Hasta el punto de que se le caían las orejas, lo que Miguel Ángel Perera vio muy pronto, por lo que lo brindó. Sus inicios de faena plenos de inspiración así lo prometían, pero el extremeño fue bajando la intensidad y para colmo marró repetidas veces a espadas, con lo que finalmente el amargado fue él. Paco Ureña y Ginés Marín se estrellaron con sus respectivos lotes.
| | Uno de los estatuarios con los que Víctor Hernández inició su faena al último del festejo. (Foto: Alfredo Arévalo (Plaza1)) |
El tremebundo bajón de exigencia de ese público mayoritario que ocupa el graderío venteño, en el que los aficionados son una especie a extinguir, es cada vez mayor. A este paso la plaza no tardará en convertirse en Benidorm o, peor, una plaza de talanqueras. De momento se salva por la presencia del toro, que, como firmaría ese gran taurino que fue José Luis Cuerda, no es poco. De esta blandenguería se aprovechan los coletudos, y hacen bien, para sus estadísticas de trofeos y vueltas al ruedo. En esta catadura facilonga, un firme y entregado Víctor Hernández, se llevó una oreja y David Galván se apuntó dos vueltas al ruedo.
| | Alejandro Talavante. tras ser sacado a hombros de la plaza de Las Ventas. (Foto: Alfredo Arévalo Plaza1) |
La primera, en la frente. O sea, el primer desaguisado del palco presidencial, que ya en el inicio de la Feria ha puesto bajísimo el nivel. Porque el usía, un tal José María Fernández Egea, practicó la elegancia social del regalo al conceder una segunda oreja a Alejandro Talavante en el cuarto toro por una faena vistosa y con varias dosis artísticas, pero también con altibajos y ventajas que con un solo trofeo habría quedado más que cumplida. Con un encierro de las dos divisas de Victoriano del Rio, ayuno de bravura aunque manejable, Juan Ortega y el toricantano Clemente pasaron casi desapercibidos.
| | Uno de los toros que se lidiaron en la primera corrida de la Feria de 2024. (Foto: Luis Checa) |
Al parecer, y según manifiestan aficionados pertenecientes a tres Asociaciones, además de la Escuela Miguel Cancela -que se han puesto en contacto con este periódico que siempre cubre la Feria de esta localidad antes torista-, la mala gestión del pasado abono de Remedios fue lo que colmó el vaso de su paciencia. Y ahora han decido hacerlo público en un amplio y argumentado escrito dirigido al Alcalde de la localidad, al ser la plaza de propiedad municipal, detallando las que estiman como malas prácticas, abusos y desatenciones con cierto sector de la afición.
Las figuras vuelven a copar unos carteles sin un ápice de imaginación
Si es que ya lo cantaba Julio Iglesias hace cinco décadas: la vida sigue igual. Es de suponer que no se refería a la tauromaquia, pero como es el sector más inmovilista, y cerrado, de todos, pues no sólo lo clavó sino que, por desgracia, sigue vigente, y no olé. La situación de la Fiesta acude, así, a su mayor compromiso anual, el abono de San Isidro 2025, sin ninguna imaginación ni novedad en los carteles que ha montado la empresa venteña que dirigen Rafael Garcia Garrido y Simón Casas. Temporada tras temporada se refleja, y manda, por encima de todo el negocio de los profesionales que la manejan. Ya aconteció en la elaboración, y presentación, temprana de sus carteles muchos meses antes y al margen de los méritos o deméritos de las figuras, que vuelven a copar las combinaciones, por supuesto exigiendo actuar frente a sus ganaderías favoritas, las denominadas como comerciales.
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