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Magistral 'Baile de huesos' en la sala Estudio 2, con Manuel Galiana encarnando a la Muerte

Magistral 'Baile de huesos' en la sala Estudio 2, con Manuel Galiana encarnando a la Muerte

lunes 29 de diciembre de 2014, 18:18h
Estudio 2 sería una más en Madrid de las decenas de salas off -como  se ha dado en llamar ahora al teatro íntimo, y no regido primordialmente por intereses comerciales- si no fuera porque al frente de él se encuentra una de las leyendas vivas del teatro  español, Manuel Galiana. Allí, en Estudio 2, el espectador se siente  acogido desde el mismo momento que  traspasa la puerta del local  situado en el número 11 de la calle Moratines, muy cerca de la glorieta de Embajadores, haciendo casi esquina con la calle del mismo nombre.

"Mira qué joven estaba aquí, cuando lo vimos en Zúrich", comentaba una espectadora a su marido, poco antes de comenzar la función, mirando una de las muchas fotos que adornan el hall del pequeño teatro, convertido ya, después de diez años de rodaje, en curtido templo de quienes amamos el teatro como ese arte único que -un cartel que preside la entrada, a modo de lema, viene a recordádnoslo- que 'cambia siempre a quien se acerca a él'.Estudio 2 programa ahora -finales de 2014 y principios de 2015- obras para público joven y adulto, pero también obras especialmente pensadas para los pequeños. No hay más que asomarse a su web (www.martesteatro.com) para comprobarlo. 

Predicar con el ejemplo

'Baile de huesos', de Elena Belmonte Salmón (Alcázar de San Juan, 1958), es la obra que más tiempo lleva en cartel  en Estudio 2 y, en ella, además de dirigirla, Manuel Galiana encarna a la misma Muerte.  Incontestable actor y maestro, a sus  setenta y tres años, con  algunos kilos más de los que estábamos acostumbrados a verle, y acompañado de cuatro de sus más aventajados discípulos, borda una Muerte  dulce, cercana, irónica, contemplativa y condescendiente. Una Muerte que espera paciente e indulgentemente para llevarse a uno de los cuatro personajes de la obra. Pero lo que sucede sobre el escenario no es nada ajeno a lo que sucede también en el patio de butacas... O podría suceder, porque  todos, uno detrás de otro, personajes y espectadores, un día la acompañaremos, muy a nuestro pesar.

En el reparto, y junto al maestro, figuran Oscar Olmeda (Tobías), Pilar Ávila (Lisa), Pedro Fajardo (Mauro) y Myriam Gas (Cora). Todos ellos dan vida a personajes bien definidos que solo tienen en común que se encuentran al borde de la muerte, después de haber sufrido un accidente distinto cada uno de ellos. Tobías es un  hombre dicharachero y fanfarrón -un verdadero "bocazas"-; Lisa es  una joven soñadora e ingenua; Mauro, un joven padre de familia, tímido, solitario y lector convulsivo y, por último, Cora es una ejecutiva agresiva con un carácter muy fuerte y con la determinación de comerse al mundo. ¿Quiénes de ellos tendrán que morir inevitablemente? 

La obra es de factura clásica (planteamiento, nudo y desenlace); de los cuatro actores, es difícil destacar a cualquiera de ellos porque   alcanzan la perfección. Difícil que no fuera así, con un maestro como Galiana, que -¡cómo me gustaría  poder asistir a algún ensayo!- seguro que pule miradas, palabras, gestos y silencios hasta  conseguir la perfección. 

Y Galiana es maestro desde el principio hasta el final. Emocionante  ese gesto de un dios del teatro que, generoso, deja el protagonismo  a todos sus actores, al ocupar, humilde y sencillo, un extremo de la línea final de saludo, dejando todo el protagonismo a los discípulos.  Justamente lo contrario que alguno de sus compañeros de profesión -lo hemos visto recientemente- que procuran quedarse solos en el escenario para hacerse los acreedores exclusivos de aplausos y bravos del público, que solo comparten después con el resto del elenco. Piensan que así son más grandes y sucede justamente lo contrario... 

Merecidísimos aplausos cerrados tras la función de este 'Baile de huesos' para  premiar un trabajo bien hecho, sencilla, pero más que dignamente  en cuanto a los medios (escenografía, luces, sonido), y  de  primera fila en cuanto a calidad actoral y de texto para la obra decana en Estudio 2.La pasión, la fuerza vital, el compromiso y el carácter que vimos sobre el escenario en todos y cada uno de los cinco actores que daban vida a los personajes de 'Baile de huesos' hacen reconciliarse a cualquiera con ese arte, el teatro, que en hora y media hace posible  que seamos capaces de trascender la vida cotidiana y vivir los sueños, los anhelos y las pasiones de personajes que, no es que se parezcan a nosotros mismos, es que somos todos y cada uno de  los  espectadores quienes damos vida a los personajes que han reído, llorado, sufrido o soñado por nosotros, ahí mismo, al alcance de nuestra mano. Un espectáculo tan sencillo y digno como profundo y conmovedor, que yo que usted, no me perdería. Menos aún, por los 12 € que cuesta.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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