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Las 20 mejores películas de los años 90 (del 10 al 1)
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Las 20 mejores películas de los años 90 (del 10 al 1)

viernes 08 de octubre de 2021, 07:00h

Tras repasar las décadas de los 50, los 60, los 70 y los 80, llega el turno de echar una ojeada a las mejores películas de los años 90, una década en la que el cine se vuelve más autoreferencial y posmoderno, y en la que conviven cine comercial e independiente pero muchas veces tendiendo puentes entre ellos, con directores surgidos del segundo convirtiéndose en grandes estrellas y películas con amplios presupuesto presentando historias que no insultan a la inteligencia del espectador. Fueron los años de los hermanos Coen y Tarantino, pero también de veteranos como Martin Scorsese, Steven Spielberg o Clint Eastwood entregando algunas de sus mejores películas y del descubrimiento, grandes festivales mediante, del emergente cine de Taiwan y Hong Kong de la mano de directores como Edward Yang y Wong Kar-Wai. (Vea aquí del 20 al 11)

10. Ed Wood (1994)



La mejor película, con mucho, del irregular Tim Burton. Un verdadero canto de amor al cine a través de un homenaje al que fue considerado como peor director de todos los tiempos. Para Burton lo que importa es la intención y su mirada a Wood y a su extravagante corte de ‘freaks’ y perdedores (enorme Landau como Bela Lugosi) fuera de la sociedad es divertida, cálida y extravagante. La pasión que sienten por el cine emparenta a Wood y a Orson Welles, mucho más que el hecho de que uno sea considerado el peor director de todos los tiempos y el otro el mejor, según esta maravillosa película.

9. Un día de verano (1991)



De los tres grandes directores de la Nueva Ola taiwanesa, Ang Lee, Hou Hsiao-Hsien y Edward Yang, el tercero es el más desconocido pero, también, el mejor. Sus películas, menos la maravillosa ‘Yi-Yi’, son difíciles de encontrar y, además, su temprana muerte, poco tiempo después de rodar su última obra maestra (la mencionada ‘Yi-Yi’, en el año 2000) han hecho que su nombre no sea tan conocido, pero el cine de Yang es uno de los más poderosos de los últimos 40 años. ‘Un día de verano’ fue su cuarta película y se iba por encima de las cuatro horas, aunque también hay una versión reducida de poco más de tres. Nuevamente vuelve a centrarse en el conflicto entre los valores modernos y los tradicionales, centrándose en las bandas juveniles que surgieron a principios de los 60 en Taiwan, con un ojo puesto en ‘Rebelde sin causa’ y otro en el rock & roll, el título está cogido de una frase del ‘Are You Lonesome Tonight’ de Elvis: “¿Se desplaza tu memoria a un brillante día de verano cuando te besé y te llamé cariño?”. En el enorme lienzo de Yang caben las disputas entre las bandas rivales, las relaciones y las traiciones pero también las dificultades de los emigrantes de adaptarse a unas nuevas costumbres y cultura, también la falta de oportunidades y como unos chavales se ven abocados a una vida de crimen, sin que nadie les ofrezca una mínima esperanza de futuro. Que su duración no intimide a nadie, a pesar de un ritmo pausado cada uno de sus minutos sirve para desarrollar la historia y a sus personajes y convertirse en algo hipnótico e inolvidable.

8. Muerte entre las flores (1990)

Los hermanos Coen daban una vuelta de tuerca a las novelas de Dashiel Hammett (algo que repetirían con Raymond Chandler con 'El gran Lebowski'), creando una película excesiva y barroca, en la que logran encajar en su guión todas las piezas de su ingenioso puzzle. Grandes interpretaciones de Albert Finney, John Turturro y, especialmente, un Gabriel Byrne que en Tom Reagan se encontró el papel de su vida. Su final es un maravilloso homenaje a 'El tercer hombre', volviendo a probar la habilidad de los Coen para regurgitar sus influencias y salir con algo totalmente único y personal.

7. La lista de Schindler (1993)



El director que creó los ‘blockbusters’ con ‘Tiburón’, el Rey Midas de Hollywood y príncipe del entretenimiento infantil, se mete en el infierno del siglo XX, el Holocausto. Steven Spielberg ya había rodado algunos melodramas como 'El color púrpura' o 'El imperio del sol' pero con 'La lista de Schindler' se puso serio de verdad. Rodada (casi en su totalidad) en un intenso blanco y negro, el director judío lleva a la pantalla la vida de Oskar Schindler, un empresario alemán que tras hacer negocios con los nazis intenta salvar a los judíos de su fábrica. En Hollywood se pecó durante mucho tiempo de deshumanizar a los nazis, Spielberg no lo hizo. Su Amon Goeth es un hijo de puta sin entrañas pero totalmente humano. La película está increíblemente bien rodada y, a pesar de un final discutible, es una de las mejores obras de su catálogo. Una película hermosa, trágica e, increíblemente, emocionante. También la más personal y adulta de todas las que ha realizado.

6. La delgada línea roja (1998)



La vuelta de Terrence Malick, tras 20 años sin rodar una película desde ‘Días del cielo’, fue todo un acontecimiento al que se apuntó medio Hollywood en un reparto de campanillas. El director de ‘Malas Tierras’ se adentraba en la II Guerra Mundial pero no iba a hacer una película bélica normal. ‘La delgada línea roja’ era antibelicista, poética, cruda y realista a la vez. Muchos la consideraron un despropósito pero Malick entregó una obra maestra intimista y filosófica, donde se metía en las cabezas de sus personajes y nos hacía partícipes de sus pensamientos más profundos. Desde el militar capaz de cualquier cosa por medrar en su carrera hasta el soldado que en medio del horror es capaz de cuestionar si tenemos alma, Malick puso su estilo personal y pausado para mostrar, una vez más, el sinsentido de la guerra.

5. El gran Lebowski (1998)



'El gran Lebowski' es algo así como el reverso de 'Fargo', donde comedia y cine negro volverán a enredarse entre sí pero esta vez decantándose mucho más por la primera. Estamos ante una de las mejores comedias de los años 90, una que se convirtió con los años en una película de culto, principalmente a través del personaje de Jeff Bridges, pero al principio no tuvo una gran acogida popular, algo incomprensible ante este derroche de ingenio, tanto en su guión ("Yo no soy el señor Lebowski, usted es el señor Lebowski. Yo soy El Nota, así tiene que llamarme, ¿entiende? Así o Su Notísima o Noti o El Notarino...") como en su puesta en escena (ese momento Jesús Quintana). La película es en esencia un pastiche de las obras de Raymond Chandler donde Phillipe Marlowe es sustituido por El Nota, un ex hippie, tan vago como divertido. Jeff Bridges se reivindicó como uno de los mejores actores de su generación y los hermanos Coen entregaron su comedia definitiva y dieron con su personaje más icónico. Por supuesto, "es bueno saber que está ahí fuera. El Nota. Tomándoselo con calma por todos nosotros, pecadores"

4. Sin perdón (1992)



Clint Eastwood llevaba más de 20 años de carrera detrás de la cámara cuando rodó ‘Sin perdón’ en 1992, ya tenía a sus espaldas un puñado de películas notables como ‘El fuera de la ley’ o ‘Bird’ pero fue esta película la primera obra maestra absoluta de su carrera. Eastwood rescataba de entre los muertos al género del que era, junto a John Wayne, el rostro más conocido. ‘Sin perdón’ era una película totalmente crepuscular en la que el actor y director echaba una mirada a pasados personajes y los contextualizaba con su edad del momento). Su William Munny es un ex forajido desgastado por la edad pero que, a pesar de su intento de reformarse tras su matrimonio, sigue siendo lo que siempre fue, un asesino nato, alguien al que no le temblará el pulso, más allá de los achaques, a la hora de apretar el gatillo. Y es que el Oeste que nos pinta Eastwood es decadente, sombrío y amargo pero también hay cabida para un aroma épico y clásico. Es desmitificadora pero, a la vez, tiene un profundo respeto por esos personajes. Es, en cierto modo, la propia versión de Eastwood de ‘El hombre que mató a Liberty Valance’, su forma de imprimir, a la vez, la realidad y la leyenda.

3. Chungking Express (1994)



'Chungking Express' empezó como un mero pasatiempo de Wong Kar-Wai, metido en el tumultuoso rodaje de la megaproducción de 'Ashes Of Time' se encontró con un par de meses de descanso y para mantener la mente alejada de los muchos problemas de la misma comenzó una historia en la que tenía poco más que dos personajes y el lugar en el que se encontraban. Al final terminaría rodándola y el argumento se fue construyendo durante el mínimo rodaje, de unos 23 días. De ahí viene su increíble espontaneidad y frescura. Dos historias de amor totalmente distintas, unidas únicamente por una localización, en la que la primera parece un ‘thriller’ y la segunda una comedia romántica y, aun así, van a la perfección juntas. ‘Chungking Express’ está rodada con mucha de la exuberancia, humor y libertad de las mejores películas de la primera época de la Nueva Ola francesa, véase ‘Al final de la escapada’ o ‘Una mujer es una mujer’, pero con un estilo nuevo y original, también con una maravillosa fotografía a cargo del imprescindible Christopher Doyle y unas interpetaciones de lujo, como la del maravilloso Tony Leung o la luminosa Faye Wong.

2. Uno de los nuestros (1990)



Martin Scorsese, Robert De Niro y Joe Pesci se volvían a reunir después de ‘Toro Salvaje’ para entregar la mejor película de mafiosos más allá de la trilogía de 'El Padrino'. Y es que 'Uno de los nuestros' actúa como el reverso tenebroso de la obra maestra de Coppola. Scorsese siempre pensó que la película de su amigo daba una imagen demasiado favorable de los mafiosos y no estaba de acuerdo con ella para nada. Él, que había crecido en las ‘Malas calles’, conocía algunos y, desde luego, no se parecían en nada a Vito Corleone, fue así como surgieron Jimmy Conway, interpretado por De Niro, o Tommy de Vito, al que dio vida Pesci. El primero no se fía ni de su sombra y era capaz de matar a su madre por una parte del botín. El segundo era el mejor amigo de Conway, si con Jimmy había que andarse con ojo, Tommy era directamente un psicópata. Pesci le robaba todas las escenas a Ray Liotta y entregaba un personaje de leyenda. Por su parte, Scorsese daba una clase magistral sobre dirección, siendo esta película una guía sobre su estilo, con guiños a 'Malas calles' y al resto de sus grandes películas. Junto a 'Taxi Driver' y 'Toro Salvaje' conforma el trío de obras maestras absolutas de la carrera de uno de los más grandes directores de todos los tiempos.

1. Pulp Fiction (1994)



Tarantino ya era una estrella tras ‘Reservoir Dogs’ pero la verdadera confirmación de su talento llegó en 1994 con ‘Pulp Fiction’, una película que rompió esquemas, ganó la Palma de Oro de Cannes y se convirtió en uno de los fenómenos cinematográficos de la década. La estructura cronológica alterada se convirtió en la marca de fábrica para el cine de los noventa y los guiones con frases ‘tarantinianas’ se multiplicaron. Nuevamente la banda sonora fue un éxito, esta vez basado especialmente en la música surf. Además la escena de baile entre Travolta y Uma Thurman pasó a ser tan imitada como el célebre baile de Tony Manero en ‘Fiebre del sábado noche’, ‘Pulp Fiction’ pasó de ser una película sobre cultura pop a convertirse en cultura pop. Su alargada sombra se puede ver en muchas películas que aparecieron poco después, como ‘Amores Perros’, ‘Memento’ o ‘Snatch, cerdos y diamantes’, todas llevan la huella indeleble del cine de Tarantino. Un cine que, a su vez, bebía de muchas otras fuentes, entre las más evidentes está el cine hongkonés, las películas de Leone, Godard o Melville, las de kung fu o el cine negro de los años 40, un aluvión de préstamos/homenajes que, al final, se convertían en un estilo totalmente personal.

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