Como cada año con el fin del mismo llega el tiempo de las listas y los repasos. Desde Diariocrítico volvemos a apuntar a una afición en la que nunca están todos los que son pero en la que sí son todos los que están, o al menos se intenta. Tras repasar las mejores canciones, discos y series del año llega el turno de echar un vistazo al cine. Un medio que sigue luchando con la televisión por la audiencia y, sobre todo, por volver a llenar las salas de cine, su medio natural de visionado con historias donde un loco multiverso o la lucha por la independencia India se mezclan con retratos generacionales o vikingos sedientos de sangre.
Como siempre se han quedado fuera películas que están recibiendo grandes elogios pero todavía no se han estrenado en nuestro país, como 'Los Fabelman' o 'Tar', pero también rescatamos otras que se estrenaron a finales del año pasado pero no llegaron a España hasta este 2022. (Vea también: Las mejores películas de: 2021 | 2020 | 2019 | 2018 | 2017 | 2016 | 2015 | 2014 | 2013 | 2012 | 2011 | 2010)
10. RRR
No sé ni cómo empezar a describir a la película india 'RRR', una obra cuyas escenas de acción hacen parecer a las de Marvel películas de Dreyer. Esto es un festín visual tan apocalíptico que cuesta describirlo, aquí está todo tan llevado al límite que se salta cualquier norma para entregar un jubiloso espectáculo de cine libre y asombroso. Es cierto que peca de nacionalista, pero el director S.S. Rajamouli pone tanta pasión en sus exageradas imágenes que 'RRR' supera cualquier análisis racional, cada escena es más espectacular que la anterior y tu mandíbula se caerá al suelo en varias ocasiones. A pesar de no estar rodada en Bollywood, sino en Tollywood, con idioma principal el telugu, la película también pone a sus protagonistas a cantar y a bailar en algunos momentos, pero su visión del conflicto colonial contra Reino Unido y la historia (totalmente inventada) de dos de sus legendarios protagonistas da para la película más loca y apasionante del año. Dura más de tres horas pero puede que sea la película en la que menos notes el tiempo de toda esta lista.
9. Un héroe
Asghar Farhadi vuelve a Irán, tras la irregular producción española 'Todos lo saben', y lo hace haciendo lo que mejor sabe, entregar una película sencilla, humanista y totalmente emocionante sobre un hombre que sale de permiso de la cárcel, donde estña por una deuda no pagada, e intenta convencer a este de que le libere de la misma. Sobre esa anécdota el director iraní vuelve a diseccionar a la perfección a sus personajes, sacando lo mejor de sí mismo en las escenas más íntimas y familiares, con su cámara casi invisible, dejándonos entrar en el interior de sus protagonistas, mucho más complejos de lo que parecían al principio.
8. Alcarràs
Carla Simón se alzó, con todo merecimiento, con el Oso de Oro del Festival de Berlín con este retrato costumbrista de una familia de payeses catalanes que están a punto de perder las tierras que llevan décadas trabjando. Es un trabajo construido a fuego lento, cuesta meterse en ese mundo, pero cuando lo haces te atrapa y te arrebata, sabiendo plasmar ese mundo familar de tradiciones y comidas al aire libre a la perfección, ese pequeño paraíso para todos ellos que está a punto de derrumbarse y les afectará a todos, logrando hacernos ver y sentir como cada uno de ellos individualmente, desde la más pequeña al abuelo de los Solé.
7. Drive My Car
Ryusuke Hamaguchi convierte un pequeño relato de Haruki Murakami en una absorbente película de casi tres horas de duración, una especie de novela con arrebatos poéticos, en la que los silencios son tan importantes como las palabras. Un viaje en coche pausado que se convierte, como dirían los Beatles en el título de otra de sus canciones, en el largo y tortuoso camino a la aceptación de una terrible tragedia por parte de sus dos protagonistas, un director de teatro y la chófer que le asignan. El vínculo entre esas dos almas rotas es la clave de la película, una especie de relación paterno filial con la que conseguirán el único perdón que les importa, el de ellos mismos. >> Leer la crítica
6. El hombre del norte
Puede que el director Robert Eggers haya dado la definición más exacta de esta película: "Yo tratando de hacer 'Conan el Bárbaro' por medio de 'Andrei Rublev'". Y es que violencia y Tarkovsky se mezclan en esta brutal reflexión sobre la venganza, en la que violencia es tan demedida como el tiempo que recrea. Sin ser una película perfecta 'El hombre del norte' tiene tanta fuerza en su dirección y en su interpretación principal que logra imponer sus aciertos a sus fallos. >> Leer la crítica
5. Moonage Daydream
'Moonage Daydream' no es un documental que te quiera contar la vida de David Bowie sino en crear una experiencia inmersiva con su música como principal protagonista (gran acierto) con la que mostrar, en cierta medida, su esencia. Es un documental artístico, donde Brett Morgen utiliza un montaje espectacular, en el que se mezclan Murnau y Buñuel con vídeos privados del propio Bowie, y la única voz del protagonista en diversas entrevistas, para crear una película casi tan fascinante como al personaje que homenajea.
4. Nope
La confirmación de Jordan Peele como un género en sí mismo, como un director con firma. al viejo estilo de Hitchcock o Spielberg, quizás este último sea la principal referencia de una película que es casi como una mezcla entre 'Encuentros en la tercera fase' y 'Tiburón', con unos legeros toques de 'Spaghetti Western'. Lo increíble es que todo lleva al cine del propio Peele, aun siendo esta su película más grande y comercial, nunca renuncia a su propio estilo, demostrando que estamos ante uno de esos extraños casos en el cine actual, un autor totalmente original y reconocible, mezclando a la perfección humor y suspense con guiños al terror, logrando algo que podríamos denominar como 'blockbuster' de autor.
3. Todo a la vez en todas partes
Ríete tú del multiverso de Doctor Strange, Dan Kwan y Daniel Scheinert (conocidos como los Daniels), nos transportan a uno donde la protagonista de 'Tigre y Dragón', Michelle Yeoh, está casada con Tapón de 'Indiana Jones y el Templo Maldito', Jonathan Ke Quan, mientras que la prota de 'Halloween', Jamie Lee Curtis, les hace una auditoria en la que Yeoh es transportada a todos los sitios al mismo tiempo, incluyendo uno donde la gente tiene salchichas por dedos u otro en el que es una piedra. La película tiene un ritmo endiablado, varias escenas de acción electrizantes y brillantes golpes cómicos que te llevarán a la carcajada pero, por lo que triunfa finalmente, es por su emotiva historia familiar.
2. La peor persona del mundo
Una comedia romántica que duele tanto como divierte, una protagonista que fascina en su confusión y con la que es fácil identificarse. El título es pura ironía de un Joaquim Trier que hace un retrato gozoso y, a la vez, profundo de una generación mucho más compleja de lo que nos han hecho pensar. Julie es uno de los mejores personajes del año.
1. Licorice Pizza
Licorice Pizza es una película totalmente libre, lo que logra con ella Paul Thomas Anderson es capturar un sentimiento, un estado de ánimo, esa edad que va desde la adolescencia hasta la primera juventud y también una época y un lugar. El director no se deja encorsetar por la trama y entrega una película con un sabor tan dulce como el del título en la que a través de viñetas vamos viendo la extraña relación que surge entre sus dos protagonistas, unos excelentes Cooper Hoffman y Alana Haim, que, al igual que los personajes de 'El hilo invisible' se ven atraídos el uno al otro a pesar de su diferencia de edad y de que esa relación no parece ser especialmente buena par ninguna de sus partes, claro que cuando dos personas se atrae como lo hacen ellos nunca se piensa en eso o, directamente, no se piensa. Claro que además de esa relación la otra protagonista es la ciudad de Los Ángeles a principios de los 70. Una película de las que te da pena que se acabe pero, como un buen disco, ya estás deseando volver a ella la siguiente vez. >>Leer la crítica.
Asghar Farhadi vuelve a Irán, tras la irregular producción española 'Todos lo saben', y lo hace haciendo lo que mejor sabe, entregar una película sencilla, humanista y totalmente emocionante sobre un hombre que sale de permiso de la cárcel, donde estña por una deuda no pagada, e intenta convencer a este de que le libere de la misma. Sobre esa anécdota el director iraní vuelve a diseccionar a la perfección a sus personajes, sacando lo mejor de sí mismo en las escenas más íntimas y familiares, con su cámara casi invisible, dejándonos entrar en el interior de sus protagonistas, mucho más complejos de lo que parecían al principio.
Carla Simón se alzó, con todo merecimiento, con el Oso de Oro del Festival de Berlín con este retrato costumbrista de una familia de payeses catalanes que están a punto de perder las tierras que llevan décadas trabjando. Es un trabajo construido a fuego lento, cuesta meterse en ese mundo, pero cuando lo haces te atrapa y te arrebata, sabiendo plasmar ese mundo familar de tradiciones y comidas al aire libre a la perfección, ese pequeño paraíso para todos ellos que está a punto de derrumbarse y les afectará a todos, logrando hacernos ver y sentir como cada uno de ellos individualmente, desde la más pequeña al abuelo de los Solé.
Ryusuke Hamaguchi convierte un pequeño relato de Haruki Murakami en una absorbente película de casi tres horas de duración, una especie de novela con arrebatos poéticos, en la que los silencios son tan importantes como las palabras. Un viaje en coche pausado que se convierte, como dirían los Beatles en el título de otra de sus canciones, en el largo y tortuoso camino a la aceptación de una terrible tragedia por parte de sus dos protagonistas, un director de teatro y la chófer que le asignan. El vínculo entre esas dos almas rotas es la clave de la película, una especie de relación paterno filial con la que conseguirán el único perdón que les importa, el de ellos mismos. 
Puede que el director Robert Eggers haya dado la definición más exacta de esta película: "Yo tratando de hacer 'Conan el Bárbaro' por medio de 'Andrei Rublev'". Y es que violencia y Tarkovsky se mezclan en esta brutal reflexión sobre la venganza, en la que violencia es tan demedida como el tiempo que recrea. Sin ser una película perfecta 'El hombre del norte' tiene tanta fuerza en su dirección y en su interpretación principal que logra imponer sus aciertos a sus fallos. 
La confirmación de Jordan Peele como un género en sí mismo, como un director con firma. al viejo estilo de Hitchcock o Spielberg, quizás este último sea la principal referencia de una película que es casi como una mezcla entre 'Encuentros en la tercera fase' y 'Tiburón', con unos legeros toques de 'Spaghetti Western'. Lo increíble es que todo lleva al cine del propio Peele, aun siendo esta su película más grande y comercial, nunca renuncia a su propio estilo, demostrando que estamos ante uno de esos extraños casos en el cine actual, un autor totalmente original y reconocible, mezclando a la perfección humor y suspense con guiños al terror, logrando algo que podríamos denominar como 'blockbuster' de autor.
Ríete tú del multiverso de Doctor Strange, Dan Kwan y Daniel Scheinert (conocidos como los Daniels), nos transportan a uno donde la protagonista de 'Tigre y Dragón', Michelle Yeoh, está casada con Tapón de 'Indiana Jones y el Templo Maldito', Jonathan Ke Quan, mientras que la prota de 'Halloween', Jamie Lee Curtis, les hace una auditoria en la que Yeoh es transportada a todos los sitios al mismo tiempo, incluyendo uno donde la gente tiene salchichas por dedos u otro en el que es una piedra. La película tiene un ritmo endiablado, varias escenas de acción electrizantes y brillantes golpes cómicos que te llevarán a la carcajada pero, por lo que triunfa finalmente, es por su emotiva historia familiar.
Una comedia romántica que duele tanto como divierte, una protagonista que fascina en su confusión y con la que es fácil identificarse. El título es pura ironía de un Joaquim Trier que hace un retrato gozoso y, a la vez, profundo de una generación mucho más compleja de lo que nos han hecho pensar. Julie es uno de los mejores personajes del año.
Licorice Pizza es una película totalmente libre, lo que logra con ella Paul Thomas Anderson es capturar un sentimiento, un estado de ánimo, esa edad que va desde la adolescencia hasta la primera juventud y también una época y un lugar. El director no se deja encorsetar por la trama y entrega una película con un sabor tan dulce como el del título en la que a través de viñetas vamos viendo la extraña relación que surge entre sus dos protagonistas, unos excelentes Cooper Hoffman y Alana Haim, que, al igual que los personajes de 'El hilo invisible' se ven atraídos el uno al otro a pesar de su diferencia de edad y de que esa relación no parece ser especialmente buena par ninguna de sus partes, claro que cuando dos personas se atrae como lo hacen ellos nunca se piensa en eso o, directamente, no se piensa. Claro que además de esa relación la otra protagonista es la ciudad de Los Ángeles a principios de los 70. Una película de las que te da pena que se acabe pero, como un buen disco, ya estás deseando volver a ella la siguiente vez. 
Si (
No(
