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Uno de los saludos de,Juan de Castilla al público de Las Ventas.,
Uno de los saludos de,Juan de Castilla al público de Las Ventas., (Foto: Plaza1)

San Isidro: importante tarde de Juan de Castilla en una pésima corrida de Miura

Ya apuntó el pasado mes de septiembre en la confirmación de alternativa, y este domingo estuvo a punto de disparar y dar en la diana del éxito. Porque ante una miurada de mal juego y flojera general, Juan de Castilla, dispuesto y torero, dejó palpable su calidad capotera y muletera. Incluso de no haber marrado con la tizona en su primero habría echado una oreja en su esportón. No es que dé igual para los modestos como él, pero sale de San Isidro con más cartel y pidiendo nuevas oportunidades. Con las pésimas condiciones de los bicornes, incluso algunos con deficiente presentación, algo le dejaron mostrar a Rafaelillo y a un excesivamente acelerado Colombo.

Buena tarde de un entregado Perera y lote sin opciones para Ginés Marín

Adorno y desplante de Emilio de Justo frente al 5º de la tarde.
Adorno y desplante de Emilio de Justo frente al 5º de la tarde. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Emilo de Justo derrocha valor y técnica en una exigente corrida de La Quinta

Llegó el casi siempre interesante encaste santacolomeño, por medio de los bureles de La Quinta, desiguales de juego pero con muchas exigencias que obligaban a la terna a poner sus cinco sentidos. Y a los espectadores a no perderse nada de lo que acontecía en el ruedo. Dentro de esa tónica, destacó, una vez más, Emilio de Justo, quien no sólo se jugó el tipo en su lote, sino que derrochó testosterona y conocimiento en su encastado segundo, que le volteó con espectacularidad, lo que no fue óbice, sino estímulo para que el extremeño, disminuido por la paliza, le arrancara los muletazos más artísticos y compulsivos de la tarde. En conjunto, de no marrar lastimosamente con la espada de cruceta es muy posible que hubiera abierto una vez más la soñada Puerta Grande. En menor medida tampoco decepcionaron Miguel Ángel Perera y Ginés Marín, que dieron la cara sobradamente.

Voltereta y oreja para el toledano. Castella y Manzanares: ¡Váyanse ya!

Tomás Rufo recorre el anillo con la oreja que cortó a su primer toro.
Tomás Rufo recorre el anillo con la oreja que cortó a su primer toro. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Rufo pasea un generoso trofeo y firma lo mejor en una decepcionante corrida de Victoriano del Río

Aquello de “volteretón y oreja al esportón” está más vigente que nunca. También en esta nueva plaza de Madrid invadida por un público ignorante y triunfalista, que lo aplaude todo y se emociona por nada.
Perera muletea a su manera al primero de sus toros.
Perera muletea a su manera al primero de sus toros. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el petardo ganadero de El Parralejo condicionó una plúmbea tarde de silencio

‘Tiempo de silencio’, la extraordinaria novela de Luis Martín-Santos que revolucionó la narrativa española hace más de seis décadas, se ajusta al resumen de la tarde. Una corrida que no cuidó, precisamente en su día festivo de este 15 de mayo, el santo patrón madrileño. Claro que, como es lógico, él no es culpable de nada, y sí el elemento esencial de la tauromaquia: el toro. Porque un petardo de los gordos pegó la anunciada divisa de El Parralejo, encaste Domecq, tan del gusto de las figuras. Ya que, al margen de su desigual presencia, ni bravura ni casta ni fuerza ni ‘na’. O sea, un ridículo. Un petardo que en poco va a perjudicar a Miguel Ángel Perera y a Paco Ureña, con sus respectivas campañas 2024 planificadas, aparte de que aún les restan más paseíllos en el abono. Pero sí al toricantano Alejandro Fermín, un coletudo de buen corte necesitado de un rotundo éxito en Las Ventas.
Una de las ajustadas bernadinas con que Navalón terminó la faena a su primer novillo.
Una de las ajustadas bernadinas con que Navalón terminó la faena a su primer novillo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: Navalón destaca en una terna que desperdició una novillada para el triunfo

Novilleros posmodernos con todos los defectos del toreo actual, lo que no les impide el éxito por esas plazas de Dios, se estrellaron en la cátedra de Las Ventas, a pesar de que también ha bajado mucho en sus exigencias. Y eso que el colaborador y noblote encierro de Montealto se lo puso fácil. sí, es verdad que el viento molestó a ratos pero no es excusa. Al menos la entrega y ganas de triunfo, de comerse el mundo, incluso de chulería de Samuel Navalón le salvaron en parte de la quema. Mientras que Diego Bastos y Nek Romero, aburridos pegapases, ni eso. Vaya lo anterior en el haber del de Ayora formado en la Escuela de Albacete. Aunque en su debe fue, disposición aparte, no aprovechar con el buen toreo que le pedía a raudales su primer bicorne, encastado pero nobilísimo, al que le hizo frente sin arrugarse pero sin la calidad de Presumido, que así se llamaba el burel.
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito.
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el legendario Bastonito ‘resucita’ con otro torrente de bravura y casta

La religión laica y flamígera que es la Fiesta también tiene, además de su liturgia, algún que otro milagro. Como el de este domingo en la catedral de Las Ventas, donde apareció un bicorne de Baltasar Ibán también bautizado como el legendario Bastonito, que era como si hubiera resucitado aquel tres décadas después. Incluso con un punto de fiereza menor compensado por mayor clase en sus embestidas. Porque el nuevo Bastonito también derrochaba bravura y casta, también se comía los engaños -claro, eso sí, exigiendo- y humillaba cual el más arrepentido pecador. Sin embargo en 1994 Rincón triunfó con él, lo que Francisco de Manuel no fue capaz ahora. El resto del encierro en general cumplió sobradamente en los caballos, pero llegaron sosotes, echando la cara alta casi sempre y sin dar juego en la muleta. Y tampoco Calita y Álvaro Alarcón, igualmente sosos, los aprovecharon mínimamente.
Un sonriente Román dio la vuelta al ruedo con la oreja en la mano de su primer toro.
Un sonriente Román dio la vuelta al ruedo con la oreja en la mano de su primer toro. (Foto: Plaza1)

San Isidro: gran tarde de Román y su verdad ante una encastada corrida de Fuente Ymbro

Con la verdad por delante, cual es una de sus armas desde sus tiempos de novillero. Así se viene a Madrid, como le loaron desde ese sanedrín sabio que es el tendido 7. Pongamos que se habla, y escribe, de Román, que atesora tal condición, un sembrador todavía sin la cosecha que merece en este injusto mundo de la tauromaquia en el que sus manejadores tan fácil se lo ponen a las figuras, figuritas y/o figurones. El valenciano, rotundo, vaiente y entregado, nos dio la tarde, en la mejor acepción del término, y nos emocionó por esa vía de lo verdadero ante la aspereza exigente de su segundo bicornazo, encastado como todo un interesante y magníficamente presentado encierro de la factoría Fuente Ymbro, cuya muerte de bravo le mantuvo en pie tanto tiempo que le costó a Román no cortar el trofeo que merecía. También caló hondo frente a su primero aplicando un toreo ortodoxo que le valió una oreja de peso. No dieron la talla Valadez, herido en un brazo al matar al tercero, y un vulgar Fandi, que molió a mantazos a los tres que lidió o lo que fuera aquello.
Urdiales torea en redondo a su primer enemigo tras cuya muerte el riojano dio vuelta al ruedo.
Urdiales torea en redondo a su primer enemigo tras cuya muerte el riojano dio vuelta al ruedo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: vuelta al ruedo para el clasicismo de Urdiales, y fogonazos de Morante

Como en tantas ocasiones, se cumplió el tópico de corrida de expectación, corrida de decepción. Mayormente por el (no) juego de los bicornes de la otrora divisa señera de Alcurrucén, sobre todo en la segunda parte, en que la mansedumbre alcanzó altas cotas de descastamiento. Aunque es verdad que hubo magníficos momentos de Diego Urdiales y su concepto de toreo clásico en el único bicorne que se lo permitió, el tercero de la tarde. Y también algunos fogonazos artísticos de Morante con su primer enemigo. Mientras que el toricantano García Pulido aprobó con dignidad su confirmación, aunque su labor supo a poco. Y se lucieron en la brega y con los palitroques, respectivamente, Curro Javier y Joao Ferreira en el cuarto

El ciclo más importante del mundo consta de un total 28 festejos a partir de este día 10

Los mandamases del escalafón se anuncian con los elegidos toros de sus divisas favoritas

Repetición de la jugada. Sí, porque la cita más importante del planeta taurino, el abono de San Isidro, no presenta ni una novedad en su sempiterna estructura a favor de los mandamases del escalafón. Ninguna de ellos triunfador en la Feria de 2023, pero arropados por el sistema al que pertenecen, lo que lleva a su presencia masiva en la cartelería de este año. El ciclo, que comienza este viernes con un atractivo cartel que encabeza el artista Morante de la Puebla, junto a un coletudo también muy querido de Las Ventas como es Diego Urdiales, consta de 28 festejos: 23 corridas, 3 novilladas y 2 espectáculos de rejoneo.

¡Viva el toro! ¡Viva Dolores Aguirre! Dos gritos, que en el festejo del domingo en la Feria del aficionado, eran coincidentes. Porque el encierro con la divisa de la ganadera vasca resucitó en las fibras sensibles de los aficionados exigentes, a los que tanto odia el sistema que maneja, y manipula, la Fiesta –llamada de los toros, no olvidemos-, fue extraordinario en el fondo y en la forma. Lo que unido a la exigencia del cumplimiento del primer tercio, 23 puyazos recibieron los bicornes, 23!, nos reconcilió con la esencia de este espectáculo: la verdad del toro íntegro y tres hombres cabales jugándose la vida ante unos animales que vendieron cara la suya. Eso sí, sólo Damián Castaño cascabeleó algo de toreo del bueno.

Organizada, al margen de los taurinos profesionales, por el Club 3 Puyazos

“Qué tiempos son estos que vivimos, en los que es necesario defender lo obvio”. La conocida frase de Berltot Brecht puede aplicarse, por desgracia, a la pésima situación de la otrora llamada Fiesta de los toros, que ahora es de los toreros y resto de taurinos profesionales que, salvo excepciones, la manejan y manipulan. Sin embargo, desde hace dos temporadas, un valeroso conjunto de exigentes aficionados -y valga la redundancia-, agrupados en el Club Taurino 3 Puyazos, organizan en San Agustín de Guadalix un abono de tres festejos bautizado a la perfección con el nombre de Feria del Aficionado. Será durante este próximo fin de semana del 27 y 28, y donde lo más importante es lo que debería ser obvio en el resto de las plazas: el toro en su integridad.
Los toros son cultura. Por tanto es positivo para la Fiesta superar el mono del invierno sin corridas ni novilladas con actos que comprenden debates, coloquios, exposiciones y otras cosas relativas al planeta táurico. De ahí que uno de los lugares con mayor afición y gusto por eltoro/toro -que suele salir en su feria septembrina-, como es Albacete haya unido este tipo de eventos con la gastronomía, también cultura, en la prmera edición de una semana dedicada fundamentalmente a los toros pero incluyendo la comida. bajo el título de ¡Albacete Vive la Tauromaquia!



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